un viernes cualquiera...

... despierta de prisa notando que estaba retrasado, aún tenía sueño pero no podía perder un minuto más, se viste, se arregla, toma lo que encuentra en el refrigerador y se va a trabajar... todavía no estaba despierto, estaba en un mundo intermedio entre la realidad y la fantasía... todo lo que le rodeaba intentaba comunicarse con el... sentía el brillo del sol dándole los buenos días... las miradas de todas las personas alrededor deseándole la mejor de las suertes... él sonrió y siguió su camino oyendo la música que lo hace sentir bien...
... una vez en sus cinco sentidos se dispone a trabajar... un proyecto interesante... se consume el tiempo demasiado rápido... terminó con el tiempo justo, ya que se dió cuenta de que otra vez estaba retrasado...
... al dirigirse a su centro de estudios, se notó atascado en un tráfico infernal... la ciudad estaba de mal humor... ¡qué diferencia con el sentimiento matutino que le hizo vivir el día con la mejor de las actitudes!... ahora no estaba entre 2 mundos, estaba completamente despierto...
... llega, hace sus labores y se siente con la necesidad de alimentarse... decide ir a su refugio para ver qué es lo que puede satisfacer su apetito y para descansar un poco del ajetreado mundo exterior...
... después de alimentarse y ver un poco la televisión, se dió cuenta de que estaba solo... todo el dia había estado completamente solo... de hecho no había pensado en su soledad desde hace mucho tiempo... desde antes de aquel incidente que le diera un giro completo a su vida, a su forma de sentir, a su forma de vivir... pensó mucho... mucho... comenzó a soñar despierto... a pensar en todo lo que deseaba y que estaba luchando por conseguir... con una mezcla de emociones, tristeza y alegría, esperanza y nostalgia... y de repente cayó dormido...
... despertó y se dió cuenta por tercera vez en el día que estaba retrasado... se levantó, arregló y se dirigió otra vez a su centro de estudios... y se dió cuenta de que había estado en tres mundos diferentes en el mismo día... con estados de ánimo diferentes... con gente diferente... hace mucho no se encontraba en esa situación... se detuvo a observar... a la gente... a las plantas... observando a la luna, como siempre le ha gustado hacerlo... se acordó de aquellos tiempos en que solía hacerlo con frecuencia, platicando con su amigo imaginario... pensando... sonriendo... esperando por aquello que estaba a punto de llegar... solo esperando.... y sonriendo...
1 Comments:
Yo digo que ese wey está bien pendejo...jajaja, no es cierto..
De repente hay cosas que despiertan, que te muestran un lado de la vida que era desconocido...y cuándo descubres qué es ese algo que te ha convertido, que te ha abierto los ojos te de miedo tenerlo, te da miedo perderlo...te da miedo que no se de cuenta que estás ahí...te da miedo, todo.
Hay que abrirle los ojos tambien.
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